Es un instrumento de escritura o
de dibujo. Consiste en una mina o barrita
de pigmento (generalmente de grafito y una grasa
o arcilla especial, pero puede también ser pigmento coloreado
de carbón de leña) y encapsulado
generalmente en un cilindro de madera fina, aunque
las envolturas de papel y plásticas también se utilizan.
En 1564 se descubrió el grafito, en Cumberland,
(Inglaterra, cercana a la frontera con Escocia). Esto permitió la invención de
los lápices de grafito, que se introdujeron en Francia, en la corte de Luis
XIII.
